Cuando hablamos de diversidad funcional, nos referimos a las personas que presentan diferentes capacidades a nivel físico, intelectual, sensorial y / o por trastorno mental.

Todas las personas funcionamos de forma diferente y necesitamos del entorno para poder desarrollarnos; al mismo tiempo, a lo largo de la vida vamos modificando nuestra forma de funcionar.

Cuando estas diferencias funcionales -respecto el estándar estadístico y / o normativo- interactúan con un medio social no accesible (que crea barreras a la participación en igualdad de condiciones) la que hace que la persona sufra discriminación y / o falta de igualdad de oportunidades decimos que la persona es una persona con diversidad funcional.

Entendemos la diversidad debe entenderse como un valor añadido de nuestra sociedad, que debe tomar el compromiso de trabajar para respetar la dignidad y la libertad de todos, desarrollando bienes, servicios y productos universales y accesibles que garanticen el ejercicio de los derechos individuales en condiciones de igualdad, seguridad y confort.